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Camino Francés a Santiago en Bici - Etapa 2

Pamplona - Estella

07/09/2017

Esa mañana no teníamos desayuno incluido en el Hostal Navarra de Pamplona, así que en nuestro paseo de la noche anterior habíamos visto dónde desayunar y a qué hora abrían. A las 7 am, todavía oscuro, frío y por calles vacías, caminamos hasta Horno Artesano en la calle Plaza del Vínculo, donde encontramos deliciosa y recién horneada bollería (como le dicen en España a los croissants y pasteles), además de excelente café y atención. ¡Qué buena elección! Salimos muy satisfechos, llevándonos bocadillos para el almuerzo. Regresamos al hostal para recoger nuestras cosas, la bici y partimos a buscar la otra en el taller. Por suerte todo nos quedaba muy cerca. En el taller terminamos de ajustar las alforjas en las bicicletas, revisamos la presión de los cauchos y salimos contentos y optimistas para iniciar nuestro segundo día de Camino.


Lo primero fue ubicar las veneras (o conchas, símbolo del Camino) que indican la ruta. Muchas ciudades tienen su propio diseño; a veces lo encuentras en el piso, otras en las paredes, otras son mojones o postes y otras son flechas amarillas, a veces pintadas informalmente en cualquier parte. La foto son las veneras por las calles de Pamplona. Buscándolas nos topamos con algo espectacular: La Ciudadela amurallada, en el casco histórico de la ciudad, convertida en hermoso parque. Algunas personas iban y venían haciendo ejercicio, otras solas o con niños para cruzar de un lado a otro de la ciudad.

Al salir de la Ciudadela, encontramos las veneras en el suelo que nos guiaron al campus de la Universidad de Navarra, un sitio hermoso que invita a la cultura y la creación, donde obtuvimos el sello de acreditación Jacobea Universitaria. Así nos despedimos de la hermosa Pamplona.

Continuamos las indicaciones del Camino, acompañados de peregrinos. Al principio fuimos por aceras o asfalto y luego por caminos de tierra y piedras. Así llegamos hasta un punto donde el sendero comenzó a inclinarse bastante más y las piedras sueltas abundaban. Paramos para descansar cuando nos topamos con nuestro segundo ángel del Camino: un señor que bajaba ejercitándose, quien nos preguntó si subiríamos al Alto del Perdón por esa ruta y en bicicleta. Lo miramos extrañados. ¿Acaso hay otra? Nos recomendó que tomáramos la carretera y nos dio las indicaciones para llegar a ella.


Afortunadamente decidimos tomar su consejo y rodamos en asfalto por constantes subidas; pocos carros y alguno que otro ciclista deportivo nos rebasaba. Finalmente llegamos al tope de la montaña, donde un cartel indicaba un desvío para llegar al monumento de Alto del Perdón. Decidimos seguirlo y rodar unos 2,5 Kms más de subida, para llegar a tan icónico monumento. Desde el Alto del Perdón tuvimos una vista espectacular de Navarra, acompañada de la versión moderna de los Gigantes de Sancho Panza, esas impactantes estructuras del parque eólico. Y el fabuloso monumento a los peregrinos. Valió la pena el esfuerzo.

Allí descansamos y almorzamos. Había un puesto ambulante de venta de bebidas y snacks donde compramos unas cervezas bien frías para acompañar los bocadillos que traíamos de Pamplona. También en ese puesto nos estamparon otro sello valioso en nuestra credencial: decía Alto del Perdón.


Nos comentaron que la bajada hacia Puente de la Reina por el sendero de los peregrinos era bastante empinada y con muchas piedras sueltas. Todavía nos faltaba recorrer mucho para llegar a nuestra meta final del día, así que decidimos continuar por la carretera. Disfrutamos rodar por hermosos paisajes sin casi pedalear, hasta llegar a la hermosa población de Puente de la Reina, con sus callecitas antiguas adornadas por flores desde los balcones y su impactante puente románico.

Tomamos otro corto descanso y un refrigerio en la margen del río Arga, para luego continuar rodando.


Los siguientes Kms. se hicieron pesadísimos, largas subidas por carretera y con un sol muy fuerte. Coincidimos con una pareja de norteamericanos que también venían en bicicleta y nos acompañamos y charlamos durante un rato mientras pedaleábamos.


Entramos en Cirauqui buscando alguna bebida fría, pero todo estaba cerrado. Era ese rango de horas donde todos van a dormir la siesta para salir de nuevo cuando el sol baja.


Seguimos rodando, pasando de largo Lorca. Casi 5 Kms después llegamos a Villatuerta, pueblo donde entramos para buscar de nuevo algo frío para beber. Las calles estaban desiertas, pero conseguimos abierto un café-bar en el polideportivo San Ginés, donde descansamos un rato y bebimos unas claras, mientras algunos lugareños veían por televisión la vuelta a España. Justo ese día estaban recorriendo Navarra.


Retomamos el camino por carretera para recorrer otros 4 Kms más hasta Estella. Llegamos pasadas las 5 de la tarde, agotados. Decidimos ir directo a la posada donde habíamos reservado, en lugar de buscar las veneras que nos llevaran al centro de la ciudad. Nos costó encontrar la posada; Google Maps nos envió por unos calles bastante empinadas y terminamos recurriendo a la vieja técnica de preguntar a la gente del lugar.

El lugar que habíamos escogido por internet, B&B Zaldú, resultó ser estupendo: una casa bellamente decorada con ambiente familiar, habitación con terraza y baño privado con una rica DUCHA, no la incómodo regadera tipo teléfono que encontrábamos en todos los alojamientos. Nuestro amable anfitrión, el Sr. Pablo, nos indicó qué visitar de Estella, la ruta fácil que debimos haber tomado para llegar a su casa y la que debíamos seguir para retomar el Camino el día siguiente, así como dónde podíamos cenar esa noche. Teníamos mucha hambre, así que nos bañamos y salimos a comer, decidiéndonos por la recomendación más cercana, el Hotel Yerri. Entramos al local sin muchas expectativas, por ser el restaurante de un pequeño hotel, pero nos sorprendió con un menú muy completo y pleno de exquisiteces, de 14€. Comimos muy rico.


Regresamos a la posada directo a descansar. Dormimos profundo.


Aprendizajes

De esta etapa tampoco realizaríamos ningún cambio. Nos pareció muy adecuado llegar por carretera al Alto del Perdón y tomar el desvío para visitar el monumento, así como ir por carretera hasta Puente de la Reina.

Sí aconsejamos comenzar esta etapa temprano, sobre las 8 am. Nosotros nos demoramos mucho en salir de Pamplona, entre retirar la bicicleta del taller y luego conociendo más de la ciudad que no habíamos podido recorrer el día anterior.


Ruta y altimetría de la etapa 2: Camino Francés Pamplona - Estella

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